sábado, 17 de enero de 2015

Frivolidades

   Creo que E. no  comprende que me pase grandes ratos mirando páginas de decoración y aún menos que a veces elija una película argumentando que parece tener un ambiente agradable. No dice nada, pero un leve gesto suele delatarlo. Está claro: lo acepta, pero no lo entiende. Estas pequeñas (bueno, vale... no tan pequeñas) frivolidades le son absolutamente ajenas. 
  En el fondo, E. se ríe un poco de mí y yo puedo comprender sus  reticencias, pero es que los estados de ánimo se encauzan por medio de las sensaciones. La búsqueda de la armonía y de la belleza tiene una función emotiva importantísima (y como la belleza no es la función principal del arte por mucho que esa falacia se repita hasta la saciedad, porque el arte es más, muchísimo más y debe abarcar todo lo humano, también la crisis, el dolor y el desconcierto), como esa función es tan importante, decía, yo no puedo renunciar a ella. Hay quien se pone música de fondo para manejar su estado de ánimo; yo, me recreo en la luz y elijo manteles.

Laura Lacambra Schubert

No hay comentarios: