domingo, 23 de noviembre de 2014

En clase, con Romeo y Julieta

   Yo había visto a la Arteta darle voz y cuerpo a la Julieta de Gounod-Shakespeare en el emocionante dueto del amanecer de los esposos. Y había estado todo el fin de semana pasado buscando una buena grabación de esa escena. Conseguí encontrarla, recortarla (no estaba dispuesta a que la rechazaran por aburrimiento, tenía que ir al grano), subirla y enlazarla con no poco esfuerzo. Colgué también fragmentos de versiones musicales creadas en el s. XXI, musical y literariamente más débiles, pero de cantantes muy jóvenes, muy guapos y muy modernos. Qué sorpresa comprobar que con la que vibraron fue con la escena de Gounod. Dos veces escucharon este fragmento que es como un alba tradicional, pero donde también hay voz masculina (un alba no sexista, que dirían los modernos). Gounod prolonga la escena y la emoción es magnífica. Junto a ella, la interpretación de los cantantes del musical parece una parodia cursi de una versión cursi de las cursis comedias de adolescentes del Disney Channel.



Romeo: ¡Que me capturen, que me maten! Si lo ordenas tú, poco me importa. Diré que aquella luz gris que allí veo no es la de la mañana, sino el pálido destello de la Luna. Diré que no es el canto de la alondra el que retumba. Más quiero quedarme que abandonarte. Ven, muerte, pues Julieta lo quiere. Amor mío, sigamos conversando, que todavía no rompe el día.

ROMEO
Let me be ta'en. Let me be put to death.
I am content, so thou wilt have it so.
I’ll say yon grey is not the morning’s eye.
'Tis but the pale reflex of Cynthia’s brow.
Nor that is not the lark, whose notes do beat
The vaulty heaven so high above our heads.
I have more care to stay than will to go.
Come, death, and welcome! Juliet wills it so.—
How is ’t, my soul? Let’s talk. It is not day. 

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