martes, 7 de octubre de 2014

El bienestar de arroparse

   Se va el verano al fin. Con qué placer recuperé anoche el gesto de cerrar la ventana al sentir el roce pulido del primer frío. Ya lo echaba de menos. Con él  un silencio nuevo les ha llegado a las cosas que ahora parecen recogerse en sí mismas, contenidas  y discretas,  como si tuvieran una  -ya sé que imposible-  conciencia de su porqué callado y útil. Adiós a las formas desmanteladas, a la estridencia del sol, al bullicio ese que le queda de fondo siempre al silencio falso del verano. Bienvenidos los atisbos del invierno: el principio del frío, las ganas de hogar, el bienestar añejo de arroparse.

Safet Zec

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que escribes .Bienvenido el fresquito. Carmen G

alberto boutellier dijo...

Quizá sean los años, pero la huida del verano se lleva parte de mi alegría, que trato de compensar soñando con una nueva primavera...

Inmaculada Moreno dijo...

Qué distintos somos, D. Alberto.

maria jesus dijo...

Empieza la época de los caldos calentitos y los potajes. Todas las estaciones tienen su encanto

maria jesus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Inmaculada Moreno dijo...

María Jesús es la más positiva y equilibrada. Y riene toda la razón :-)