domingo, 30 de septiembre de 2012

...thou hast thy music too -

 
    La lluvia ha barrido la ciudad durante tres días y se ha llevado -al fin-, empujándola hasta las alcantarillas, la obstinada pesadez del verano. Hoy ha sido un día dulce -perdonen la cursilería-,  de sol tibio, cielo claro y asfalto limpio; un día en que ya el aire suena a otoño y la luz es amable.
    He recordado cuánto me gustaron, cuando los leí hace unos años, algunos versos de un poema de Keats. Son estos:

(...) Where are the songs of Spring? Ay, where are they?
Think not of them, thou hast thy music too -
While barred clouds bloom the soft-dying day (...)

   Lo que me lleva a volver sobre por qué leo poesía...  Pues por esto: porque en ella encuentro siempre ciertas complicidades. ¡Viva el otoño y su música de sosiegos! ¡Vivan esas nubes cerradas que hacen florecer un día que muere suavemente!


Carmen Laffón

sábado, 29 de septiembre de 2012

José Mateos

   Cuando se conoce personalmente a José Mateos es inevitable pensar en Luis Cernuda por cierto parecido físico, aunque yo creo que también hay una concisa precisión sensitiva en su poesía que los hermana. Con el tiempo, la obra de José Mateos se ha ido haciendo cada vez más aparentemente ligera en la forma y más honda en los asuntos a la manera de esos poetas andaluces que, por serlo, no entran en el tópico de lo andaluz, quiero decir, a la manera de los poemas breves de Cernuda o de Antonio Machado, por citar sólo a los conocidísimos. 
   Como narrador publicó hace un año una excelente colección de relatos de esos que únicamente un poeta, un poeta acérrimo, podría escribir: Historias de un Dios Menguante.
   Pues José Mateos, que hasta este momento había mantenido una cierta distancia con las ligerezas del mundo digital, tiene ahora página web y es ésta. Cuánto me alegro.


jueves, 20 de septiembre de 2012

Una nueva palabra

   De nuevo será la madrugada de un día 20 a un día 21. Y pienso que tengo que inventar una palabra nueva: "recordar" no sirve. Vivo en una continua compañía-ausencia. Ya sé, ya sé que así dicho parece contradictorio, pero ¿cómo llamo a esto? si es una más de esas sensaciones para las que las palabras se nos quedan chicas como jerseys de lana mal lavados; y ahí vamos, con las palabras encajadas como pullovers encogiditos y yo usando este término que no me cubre lo que siento y que me deja el costado al aire... No es recordar lo que hago porque el prefijo re- no se aviene a esto: yo no la vuelvo a traer al corazón porque de allí no se me va nunca; yo ando por la vida cordando, cordando, cordándola todo el tiempo. 



domingo, 16 de septiembre de 2012

Campos de minas

  Hay días que parecen campos de minas. Los recorre una con la precaución de las avanzadillas, tanteando bien el terreno peligroso y con escudo y vendas preparados. El jueves pasado fue uno de esos días y, aunque salía de casa con la primera herida ya asumida, a las dos de la tarde habían estallado ya dos artefactos. De uno llegó a alcanzarme la metralla. 


Marcial Gómez

jueves, 13 de septiembre de 2012

Fracaso ¿escolar?

   Recién evaluados los alumnos que tuvieron que estudiar alguna asignatura para septiembre (sí, en mi instituto se hacen exámenes de septiembre, gracias a Dios) siento la necesidad imperiosa de hablar sobre el fracaso escolar. ¿Que hay que cambiar ciertas políticas educativas? cierto; pero, a mi entender, lo que está impidiendo que disminuya el temible fracaso entre los estudiantes de secundaria es algo más importante: lo que paraliza el rendimiento de nuestros escolares y bachilleres es el convencimiento de que el esfuerzo no se valora socialmente. 
   Mientras vividores que no han dado un palo al agua o han sido protagonistas de auténticos delitos cobren grandes cantidades de dinero de programas televisivos, o muchos de nuestros políticos y sindicalistas mejor pagados hayan tenido un curriculum académico poco mejor que el de la mona Chita, o mientras se les siga pagando 6.000 € a alumnos de bachillerato que pasan con dos asignaturas pendientes, por vagos, y te cuentan que se van a comprar un Home Cinema ¿quién va a ponerse a pelarse los codos estudiando? y, sobre todo, ¿"pa" qué?




miércoles, 12 de septiembre de 2012

Tres maneras de estar sola

   Por fin. Ya puedo tocar el libro de poemas de Mascha Kaléko. Es precioso. Ella se merecía una buena edición en español, pero, además, en lo que a mí respecta, ningún libro mío me es más querido que éste. Perdonen este injusto egocentrismo. ¿Aprobaría ella estas versiones de sus versos? Quiero creer que sí. ¿Se sienten así todos los traductores literarios? Supongo que sólo algunas veces. 

   Copio el primer poema que leí de ella en Viena -allá por el año 1995, creo- y que me dejó ya enganchada para siempre a su poesía:

EMIGRANTEN-MONOLOG

Ich hatte einst ein schönes Vaterland –
so sang schon der Flüchtling Heine.
Das seine stand am Rheine,
das meine auf märkischem Sand.

Wir alle hatten einst ein (siehe oben!)
Das fraß die Pest, das ist im Sturz Zerstoben.
O Röslein auf der Heide,
dich brach die Kraftdurchfreude.

Die Nachtigallen wurden stumm,
sahn sich nach sicherm Wohnsitz um,
und nur die Geier schreien
hoch über Gräberreien.

Das wird nie wieder, wie es war,
wenn es auch anders wird.
Auch, wenn das liebe Glöcklein tönt,
auch wenn kein Schwert mehr klirrt.

Mir ist zuweilen so, als ob
das Herz in mir zerbrach.
Ich habe manchmal Heimweh.
Ich weiß nur nicht, wonach.

            (Verse für Zeitgenossen)



MONÓLOGO DEL EMIGRANTE

-Yo una vez tuve patria hermosa.
Así cantaba Heine, el fugitivo.
La suya estuvo junto al Rin,
la mía en tierra de La Marca[1].

Todos tuvimos una (¡ver arriba!)
que consumió la peste, que se ha desmoronado
Oh rosa de los páramos pequeña,
te ha tronchado la Alpoderporlaalegría[2].

Los ruiseñores han enmudecido,
buscan una guarida más segura,
y sólo buitres gritan
por  encima de hileras de sepulcros.

Nunca será de nuevo lo que fue
aunque cambiara,
aunque sonara la campana amada
y no vibrase más espada alguna.

Ocurre a veces que me siento
como si el corazón se me rompiera.
Tengo nostalgia algunas veces
y yo no sé de qué.




[1]    Se refiere indudablemente la autora a la Marca de Brandeburgo, región histórica cuya capital es Berlín.
[2]    Kaléko hace un juego de palabras usando el nombre de una organización Nacional Socialista alemana, Kraft durch Freude que yo traduzco "Poder por la alegría" a la que pertenecían todos los trabajadores a través del Deutsche Arbeitfront , la organización nacional para el trabajo. La KdF se encargaba de organizar viajes, conciertos y actividades lúdicas y culturales para los trabajadores, impuso las vacaciones pagadas así como vigiló la salubridad y belleza de los lugares de trabajo con la filosofía de conseguir trabajadores fuertes y creativos para triunfar en el mundo.



sábado, 8 de septiembre de 2012

¿Cabeza de ratón o cola de león?


-Pero ¿tú qué quieres ser: cabeza de ratón o cola de león?
-Hombre, si me pones en esa tesitura, yo preferiría seguir siendo un bicho raro completo, como hasta ahora.




Vladimir Kush


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Entretenimientos

   No bien había acabado la entrada anterior hace un par de días, ya me estaba riendo de mí misma por los entretenimientos estos  míos con la poesía, esta manera de ocupar las horas en tan extraño juego de hilos conductores (no sé si de inútil Penélope o jugando a orientadora Ariadna) entre quienes escribieron una y otra vez, en combinaciones diversas, las mismas cosas, las cosas de siempre... Extraño pasatiempo este en el que yo escribo lo que leéis sobre lo que he leído y soy un eslabón más en esta cadena de lectores que por leer escriben.
  Al fin y al cabo, salvo aquellas tareas de pura subsistencia (hornear el pan, desinfectar una herida, pongo por caso), todo lo que hacemos en esta vida es un clamoroso entretenimiento más o menos absorbente, mejor o peor considerado (un parchís, un monopoli en sociedad; un rompecabezas, un sudoku en solitario...). Un entretenimiento pasajero.

 Renoir pinta a Monet leyendo

lunes, 3 de septiembre de 2012

¡Lo que se acaba una encontrando!

      Sólo  porque intentaba leer con no poco esfuerzo un poema de Ingeborg Bachmann que empieza así: "Ich hatte da ein schönes Haus" (yo tuve allí una casa hermosa) he pensado en Heine y en aquel que empieza "Ich hatte eins ein schönes Vaterland" (yo tuve una vez una patria hermosa). Como no lo recordaba bien lo busqué en internet, por ver si la austríaca había querido de algún modo remitir al mensaje del alemán, y... encontré algo delicioso ¡a Borges recitándolo en youtube! Lo dejo aquí para los amantes de Borges y de las curiosidades.


    Ich hatte einst ein Schönes Vaterland.
   Der Eichenbaum
   wuchs dort so hoch, die Veilen nickten sanft.
   Es war ein Traum.

   Das küsste mich auf deutsch, und sprach auf deutsch
   (man glaubt es kaum,
   wie gut es klang) das Wort: "Ich liebe dich!"
   Es war ein Traum.

  
   Yo una vez tuve una patria hermosa.
   El roble
   crecía allí alto, las violetas asentían suaves.
   Fue un sueño.

   Me besaron en alemán y me dijeron en alemán
   (apenas puede creerse
   lo bien que suena) la frase: "¡te quiero!"
   Fue un sueño.


También Kaléko tomó prestado este primer verso de Heine en su poema "Monólogo del Emigrante". El de Bachmann es igualmente un texto hermoso, pero aún, aún más terrible. Lo dejaremos para otro día. En realidad hoy he venido al blog a regalaros a Borges recitando a Heine y ahí está.